TU SI QUE VALES

He decidido que me voya presentar al programa ese de “Tu si que vales”, porque hoy me he sorprendido a mi misma haciendo unas albóndigas al ritmo de On the River of Babylón moviendo con el pie el carrito del niño, haciendo con una mano las bolitas y con la otra los 5 lobitos, porque el niño estaba dando una tarde “divina”. ¿Qué, valgo o no valgo?. Al final, ni albóndigas ni na de na, aquello era una masa de carne desmenuzada porque con aquello de que con una mano no podía hacer bien la bolitas, y luego me pase 20 minutos mas de cocción en la olla porque estaba entreteniendo al niño, pues ha quedado una especie de sopa de carne, parecida a la comida de mi perro.
Es que ahora está en un plan que no me deja hacer nada, no puedo separarme de su lado ni un segundo, y aún así, estando delante nada mas que quiere brazos y brazos, yo no entiendo nada, este niño nunca había querido brazos y ahora es tremendo, solo espero que sea una fase más. Siempre me digo lo mismo, será una fase más, será otro episodio más, pero esto va por el camino de Rocky o Pesadilla en Elm Street.
Pero con lo que me tiene sorprendida es por la noche, a la hora de acostarlo, ya nos ha ocurrido 4 veces seguidas que lo dejamos en su cuna, a las 9.30 o 10.00, completamente despierto, y su padre le apaga la luz y lo deja completamente a oscuras, pero no llora. Nosotros nos quedamos observándolo en la cámara que tenemos conectada a la TV y se pone el tio a charlar, a cogerse de los barrotes, a levantar las piernas y a mirar fijamente el pilotito rojo de la cámara, y se le ven unos pedazos de ojos negros, tipo Nosferatus, como si nos estuviera mirando, que a veces acojonan ¿eh?, hasta que al final se da media vuelta y se queda dormido. Supongo que será otra fase y ya me llegará la hora en que el niño se ponga a berrear porque no se quiere quedar solo en el cuarto, pero mientras esto dure, pos mejor.