Reflexiones vanales

Reflexiones, ojú, nada mas escucho la palabra y ya me canso. A mi esto del ejercicio.....mmmm.... como que no. Flexión, flexionar, flexionando, genuflexión, ¿genuflexión?.....
¿no hay veces que llevas utilizando una palabra toda la vida, y de repente te suena como a chino? Pues me acaba de pasar.
Pero bueno, volvamos al tema reflexiones.
Hoy voy a hablar de un elemento muy importante en mi vida. El bolígrafo bic. Se convirtió hace años en mi mas fiel compañero.
Lo conocí en mi época adolescente, porque antes solo me dejaban usar lápices de colores, pero cuando lo descubrí, supe que aquella amistad perduraría para siempre. Entablé relación con todas sus variantes, bic naranja (escribe fino), bic cristal (escribe normal), con todas sus tonalidades, azul, rojo, negro ..... verde....¿alguien sabe para que servía el verde? , pero ¡¡ te hacía una ilusión tenerlo!!!. Yo conocí una vez a una persona que lo utilizó. Fue alucinante.
Era tal mi dependencia que el psicologo me aconsejó que intentara conocer otros tipos. Y así lo hice. Rápidamente recordé el boli Replay que me habían regalado en mi primera comunión. Rebusqué entre los cajones y allí estaba, en su cajita, junto a la cámara Kodak y el reloj.
Replay, el boli que se puede borrar, con una gomita detras que más que una goma parecía un papel de lija, que borrabas una palabras y te borraba tres páginas por debajo, y donde antes ponía "tabernaculo" ahora ponía "ber culo", y venía la monja y te castigaba por escribir groserías y encima con faltas de ortografía. En fin, que el fabuloso Replay me salió rana. Probé con ese ejemplar variopinto (nunca mejor dicho) de 10 colores. Si, ese que parecía un cepelín y te salían "sobauras" entre el pulgar y el índice. Eso no era para escribir, era para..... no se, se me ocurren muchas utilidades pero son muy fuertes para estas horas.
Al final volví a mi bic cristal, a ese capuchón que se ha llevado todos los mordiscos de mis iras, mis cabreos, mi ansiedad. A ese pequeño taponcito, que en ausencia de chicle era mi salvación. A ese matarratos, porque, quien no ha utilizado el boli bic para lanzar pelotitas de papel en clase en momentos de aburrimiento, sobre todo bien masticadas e impregnadas de saliva (puaaagggg, que asco), que cuando acababa el curso parecía que la pared estaba pintada con gotelé.
A ese al que, despues de 20 años sigo considerando mi punto de apoyo, de equilibrio, de desahogo. Y con todo esto va el cabrito y me demanda por maltrato.
¡¡¡¡ Endeveeee!!!!!